
Mis miedos no volvieron enseguida pues mis amigas estuvieron muy cerca de mí, afortunadamente éramos un grupo numeroso, que sabíamos divertirnos, pero sobre todo, éramos un grupo de adolescentes que nos queríamos y necesitábamos las unas a las otras. Aunque algunas ya, apuntando hacia una relación sentimental estable, pero en aquellos años siempre juntas.
A través del tiempo, a través de los años... hoy sé que Dios puso en mi camino a las mejores amigas que se puedan tener.
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